PISCO, Perú.- Los equipos de rescate buscaban el jueves entre los escombros de las construcciones derrumbadas más víctimas y algunos supervivientes del fuerte terremoto que dejó en la víspera centenares de muertos en Perú, en uno de los peores desastres naturales en el país en los últimos años.El terremoto de magnitud 8 que golpeó el miércoles al país dejó cerca de 437 de víctimas mortales, dijo el director nacional de operaciones del Instituto Nacional de Defensa Civil, Arístides Mussio, a los periodistas.
El seísmo, que tuvo su epicentro en la región de Ica, a 145 kilómetros al sudeste de Lima, provocó el derrumbe de miles de viviendas y graves daños a por lo menos dos iglesias, así como cortes de energía eléctrica y de comunicaciones, por lo que muchos habitantes durmieron en las calles.
"Seguimos con las labores de rescate, en estos momentos, como hemos confirmado la presencia de gente viva estamos concentrando nuestros esfuerzos acá para rescatarlos", dijo a Reuters el comandante del cuerpo de bomberos, Jorge Vera, en Pisco, que fue la ciudad más afectada, según el Gobierno.
El seísmo, que tuvo su epicentro en la región de Ica, a 145 kilómetros al sudeste de Lima, provocó el derrumbe de miles de viviendas y graves daños a por lo menos dos iglesias, así como cortes de energía eléctrica y de comunicaciones, por lo que muchos habitantes durmieron en las calles.
"Seguimos con las labores de rescate, en estos momentos, como hemos confirmado la presencia de gente viva estamos concentrando nuestros esfuerzos acá para rescatarlos", dijo a Reuters el comandante del cuerpo de bomberos, Jorge Vera, en Pisco, que fue la ciudad más afectada, según el Gobierno.
LOS HOSPITALES SE COLAPSAN
Cientos de cuerpos permanecían tendidos en la plaza principal de Pisco, mientras los familiares de los fallecidos y otras víctimas, que habían dormido en las calles, eran atendidos por algunos médicos.
Los heridos del hospital estatal de Pisco, que sufrió grietas y daños importantes en su infraestructura, fueron evacuados a un campo deportivo cercano.
En tanto, en la ciudad de Chincha, también en la región de Ica, unos 600 presos se fugaron del penal de Tambo de Mora, que colapsó tras el terremoto, mientras otro centro penitenciario en la ciudad de Ica sufrió la caída de su perímetro, pero no se produjeron fugas.
"La primera impresión del equipo es que el daño es severo, especialmente en las casas", dijo el representante de la Cruz Roja en Sudamérica, Giorgio Ferrario.
El pequeño hospital San José de Chincha tenía numerosos heridos acostados en el suelo, niños y madres durmiendo junto a sus familiares heridos en los rincones del centro médico, que tenía algunas áreas entre escombros.
"Una pared le cayó encima, no hay camas y dicen que no pueden darle una cama hasta que no se le haga la radiografía, pero no hay corriente (energía eléctrica)", dijo Hernando Rodríguez, junto a su hija golpeada gravemente por una pared derrumbada.
VIVIENDAS Y CARRETERAS DESTRUIDAS
A la altura de Chincha, la carretera Panamericana Sur, que comunica Lima con Ica, se encuentra interrumpida en algunos tramos debido a las grietas producidas por el seísmo y algunos vehículos permanecen atascados en la vía.
En Lima, imágenes de canales de televisión mostraron el desprendimiento de rocas de un acantilado a una vía transitada y las viviendas del acomodado distrito de Miraflores con vidrios rotos, mientras que los edificios de las zonas empresariales de la capital que sufrieron graves daños en su infraestructura fueron evacuados el jueves.
El Gobierno declaró alerta roja en todos los hospitales del país y el estado de emergencia en Ica. Además, el presidente dispuso la suspensión de clases como medida de precaución ante el mal estado de algunas escuelas.
Tras el seísmo, el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico emitió un aviso para Perú, Ecuador, Chile y Colombia, pero más tarde fue cancelado.
En 1970, unos 50.000 peruanos murieron durante un terremoto que provocó una avalancha de hielo y barro que sepultó el poblado de Yungay, al norte de Lima.
En Lima, imágenes de canales de televisión mostraron el desprendimiento de rocas de un acantilado a una vía transitada y las viviendas del acomodado distrito de Miraflores con vidrios rotos, mientras que los edificios de las zonas empresariales de la capital que sufrieron graves daños en su infraestructura fueron evacuados el jueves.
El Gobierno declaró alerta roja en todos los hospitales del país y el estado de emergencia en Ica. Además, el presidente dispuso la suspensión de clases como medida de precaución ante el mal estado de algunas escuelas.
Tras el seísmo, el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico emitió un aviso para Perú, Ecuador, Chile y Colombia, pero más tarde fue cancelado.
En 1970, unos 50.000 peruanos murieron durante un terremoto que provocó una avalancha de hielo y barro que sepultó el poblado de Yungay, al norte de Lima.
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