20/8/07

Las llamas destruyen un avión taiwanés en Okinawa sin causar víctimas


TOKIO (AFP) - Las 164 personas a bordo de un Boeing 737 de la compañía taiwanesa China Airlines protagonizaron una dramática huida de un avión, que se incendió espectacularmente este lunes en un aeropuerto del archipiélago nipón de Okinawa poco después de aterrizar, sin producir víctimas.
"Cuando miramos por la ventana todo estaba cubierto por el fuego", explicó a los periodistas un testigo del siniestro, que ocurrió en la mañana del lunes en el aeropuerto de Naha, capital de Okinawa (sur de Japón).
"Los 157 pasajeros y los ocho miembros de la tripulación pudieron escapar indemnes del avión", declaró el portavoz de China Airlines, Johnson Wang, en Taipei.
El avión aterrizó a las 10H27 (01H27 GMT) en Naha, procedente de Taiwán, y ocho minutos más tarde empezó a arder súbitamente, indicaron las autoridades aeroportuarias.
El fuego partió de un motor del ala izquierda y del aparato salieron unas llamas gigantescas acompañadas de un humo espeso y negro. El incendio, causado por una fuga de aceite que incendio el motor, según la versión de China Airlines, fue sofocado al cabo de una hora.
"El avión aterrizó puntualmente en Okinawa. Todo fue normal, incluido el despegue y el aterrizaje, hasta que los pilotos fueron informados del incendio", explicó a los periodistas el portavoz de la compañía.
Dos pasajeros fueron hospitalizados, un hombre de 57 años y una niña de siete, así como un bombero al sufrir un golpe de calor, aunque sus vidas no corren peligro. Un miembro de la tripulación también resultó herido, pero no fue necesario su ingreso en un centro sanitario.
Según las autoridades japonesas, en el avión iban 157 pasajeros en total, incluidos dos bebés, y los ocho tripulantes.
"Cuando los pasajeros todavía estaban abandonando el avión por las rampas de emergencia se produjo un fuego y una enorme explosión", contó un testigo a la televisión japonesa TBS. "En cuanto acabó la evacuación, las llamas engulleron el avión. Se han salvado por los pelos", añadió.
En rueda de prensa, el ministro japonés de Transportes, Akihiko Tamura, calificó el accidente de "desafortunado", pero destacó "la gran suerte" de que "todo el mundo esté a salvo".
Tamura confirmó la fuga de aceite como causa del siniestro y apuntó que no hay indicios de un ataque terrorista.
Las televisiones japonesas mostraron el avión en llamas, literalmente doblado en dos, en una pista de estacionamiento del aeropuerto de Naha, con los toboganes de evacuación desplegados y regado por los bomberos mientras desprendía una densa columna de humo negro.
Del Boeing 737, sólo quedó un esqueleto carbonizado en varios fragmentos.
El jefe de la Administración de Navegación Civil de Taiwán, Chang Kuo-cheng, ordenó la inmovilización de los otros once 737-800 de la compañía afectada para proceder a su revisión, así como los aparatos de la línea subsidiaria Mandarin Airlines.
Okinawa es un paradisíaco archipiélago tropical en el extremo sur de Japón, que se encuentra más cerca de Taiwán que de Tokio, y un destino habitual de los japoneses durante las vacaciones de verano.
La compañía China Airlines ya sufrió en 1994 el mayor accidente aéreo de la historia de Japón, cuando un Airbus A300 con 271 personas a bordo se estrelló al aterrizar en Nagoya (centro). El siniestro dejó 264 muertos.

1 comentario:

Florine dijo...

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